lunes, 13 de junio de 2016

DIVAGACIONES



Querido amigo

Me dices que no divague, y conociéndote, me temo que lo que vaya a decirte ahora tampoco te parecerá adecuado. Eres amante, dices, de la concreción, de “al pan pan y al vino vino”,”las verdades del barquero”,”los puntos sobre la íes”, y toda esa parafernalia que el refranero y los dichos populares han acuñado como formas simples de virtud. Sin embargo, a mi me parece que, diciéndome lo que me dices, so pretexto de que me aproxime a tu manera de expresarte, lo que me pides es, ni más ni menos, que reafirme tu manera de ver el mundo, que no difiere mucho de su corolario, que sería como estar en él y vivirlo. No quiero extenderme aquí sobre el conocido tema de que “la forma es el fondo”, que tu conoces mejor que yo.

De esta manera tan sutil, tú mismo caes en lo que denuncias en mí, pues pretendiendo otros objetivos, invistes tu deseo de un ropaje enmascarador, y no te atreves a decirme con franqueza lo que de verdad pretendes. Es otro método de lo mismo, salvo que, en mi caso,  yo expongo unos argumentos, muy prolijos a veces, es cierto, que exigen una escucha atenta o una lectura sosegada, pero tu caso es más grave, porque no te quedas en lo que podría ser el mero ornato de lo que se pretende trasmitir, sino que incluso recurres a subterfugios que, de hecho, poco tienen que ver con lo expuesto. Sé que, en resumidas cuentas, lo que me pides es que sea más concreto, y que precise más. Eres partidario, por tanto, de un lenguaje conceptista, creyendo que en él se haya la verdad de una forma quizás descarnada pero más auténtica. Olvidas, sin embargo, que con frecuencia, lo aparentemente simple oculta tras de sí otros intereses que nada tienen que ver con su supuesta sencillez. Claro que se comprende que, en ocasiones, hay personas a las que les cuesta seguir un discurso bien elaborado, y prefieren ceñirse a lo escueto de una definición, perdiendo el sentido que solo los detalles y sus posibles interrelaciones ofrecen.

Tengo la impresión que para ti, un aula podía resumirse en el sucinto espacio de un diccionario o una enciclopedia, y que duda cabe de que ambos instrumentos son fundamentales para la comprensión básica de cualquier cosa, pero estarás de acuerdo conmigo en que eso no anula la presencia del profesor y sus explicaciones. Los conceptos, sean del orden que sean, traen aparejados concatenaciones multi direccionales, y ceñirse a la pobreza de una definición, los hace menos humanos, incapaces de relacionarse mediante sutiles concatenaciones ideológicas para las que no estaría preparado el perro de Pavlov que, como sabes, era sin embargo un chucho bastante inteligente.

Tomo sin embargo nota de lo que me sugieres, y procuraré ceñirme a la concreción que me recomiendas, pero, en compensación a mi gesto, que espero valores como muestra de amistad, no olvides por tu parte hacer un esfuerzo y considerar alguno de los aspectos que aquí te dejo apuntados. Espero tu respuesta, que estoy seguro que seguirá aportándome ideas nuevas que, con las mías, espero que en un tiempo futuro ambos lleguemos a poner en práctica.

Cordialmente, Luis.

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