sábado, 25 de junio de 2016

AMATORIOS



-A quiere a B, que a su vez dice querer a A, siempre que, no obstante, éste le especifique con claridad qué significa dicho verbo. A responde que es algo emocional, un sentimiento inexplicable que solo quien lo tiene, puede comprender. B le responde que siendo así, siente lo mismo. A, no obstante, quiere saber algo más y objeta que en ese caso, alegrándose, quisiera saber lo que B incluye en tal sentimiento, a lo que éste remite a lo expuesto más arriba, es decir a que sea A quien lo haga en primer lugar. Visto lo cual, ambos se ponen de acuerdo en lo expresado de primeras, aunque ambos se quedan con dudas, y no tienen la certeza de haberse comunicado algo con un contenido más que estrictamente poético (por decir algo), que les deja a los dos medianamente satisfechos.

-A quiere a B, pero le hace de inmediato saber, que también quiere a otras personas, aunque sea con matices diferentes. B le contesta que su caso es prácticamente similar, pero precisa que sus sentimientos hacia otras personas no tienen otros matices, sino otra cualidad, algo que intriga a A, que quiere saber de qué se trata. B, no obstante, cree que es A quien debe precisar en primer lugar el significado de “matices”, pues el diccionario de la R.A.E. le otorga varias acepciones. A y B, al cabo de un rato se ponen de acuerdo en que quizás las palabras que les intrigan vienen a ser lo mismo, y optan por callarse sin preguntar nada más.

-A y B se quieren, tal cosa para ambos resulta evidente cuando empiezan a conversar. Ninguno de los dos necesita saber más, pues tienen claro lo que tal cosa significa. A continuación, sin embargo, comienzan a tener dudas de estar hablando de lo mismo, pues A reprocha a B no haberle atendido como era preciso días atrás, cuando se sintió verdaderamente mal. B objeta que no consideraba que tal hecho supusiera una merma de sus sentimientos, pues tratándose de algo leve, no consideró que era necesaria su intervención, que dejaba para momentos verdaderamente significativos. A disiente y muestra su desacuerdo, a lo que B responde que no hace mucho le sucedió lo mismo, aunque se calló. Al terminar, A y B no están seguros de quererse.

-A quiere a B, C y D, y B quiere a A, E y F. A y B, por lo tanto, se quieren, aunque su amor sea compartido por C, D, E y F. Ambos aceptan la situación pero pretenden saber cual es la diferencia con los otros elementos incluidos en el sentimiento amatorio. A  A y B les cuesta hacer distinciones, o pueden hacerlas, pero consideran que, después de todo, eso no es importante, pues permanece el hecho de amarse. A y B, no obstante, cuando están solo tratan de averiguar las características por las que son amados, incapaces de aceptar el hecho de saberse compartidos, y dispuestos, si es preciso a adquirir las cualidades de C y D, por un lado y de E y F, por otro, para ser amados plenamente.

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