sábado, 6 de mayo de 2017

BOLTARIZACIONES/MIX 3



Lamento que en lo posible mente no.

La educación de las farolas me deslumbra.

La perfidia del ofidio libio.

La vulgaridad de la fabada me estiliza.

Siga todo recto el ano que viene.

La ubicación del cuerpo calloso desautoriza a los axones.

El ardor del legionario martirizaba a las cabras.

La voluptuosidad de la madera estimula a los armarios.

El síncope de los sindicatos desmintió a los obreros.

Palmeras no oasis consignamos.

La exposición consistía en cuadrados y redondos.

Consideremos la situación tal que así.

La unidad se disparó originando viceversas de sí misma.

El amargo sabor de la remota.

Ya después la situación por fin.

B no viene quien sabe otro.

La vulgarización de sus tesis arrasó los parvularios.

La conversación transcurría plácidamente historias.

La bifurcación esa línea nada línea nada recta.

Mi amor colmado de aditivos eso sí.

Volverán las oscuras golondrinas quien sabe CO2.

La beatitud de los monjes obnubila a los espejos.



La decantación de pareceres galvaniza a los matraces.


Conocerás por fin la perfidia de los alambiques.

El jeroglífico fue resuelto pero no el laberinto.

Transcurre la noche y la epidermis conspira en las serpentinas.

Reflexionan las avutardas el teorema de Bernoulli pero no vuelan.

La campana de Gauss desconcierta a los austriacos.

La invención de la faja constriñó a las ballenas.

La orfandad de los paralelepípedos deprime a los geómetras.

Los rayos ultravioletas violan a las sábanas de amanecida.

Cuando la ubicuidad sea un hecho me encontrarás pero no en Tegucigalpa.

Tú que sabes de lo ignoto dime por qué me ignoras.

Los campos Elíseos desconocen a Beethoven pero recuerdan a Elisa.

La concentración era tal que un alfiler no ni siquiera un pajar.

El batiscafo recorre incansable las profundidades marinas y las colonoscopias.

Dime por fin oh sabiduría el volumen de un balón de fúmbo.

La luz entraba rauda a raudales de c al cuadrado.

Conversa con los pisapapeles y recuerda la arena del mar.

Ni esto ni lo otro y lo demás allá ellos.

Me cisco en la fotosíntesis tal cual me gustan las hojas encarnadas.

El delirio de los esquizofrénicos complace a los obispos.

Pero creo en la transustanciación de las alcachofas eso sin duda.

Me paso el imperativo categórico por los parasíes sartrianos.

No seas solo la vulva que pretendes monta en autobús.

La implosión de los herbolarios desquició al ginko-biloba.

Confiesa al fin lo que nunca fuiste o sea.

Todo fin implica una estación. Termini, eso sí.


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