lunes, 19 de noviembre de 2012

LAS EDADES DE ANGELITA


- Abro la puerta. La cierro, me siento y fumo.

- Salgo de casa. Bajo las escaleras. Me detengo. Vuelvo a subir.

- Alguien llama. Abro: no hay nadie. Cierro. Nadie vuelve a llamar.

- Abro la puerta. Entro en casa. Saludo. Vuelvo a salir.

 

- La puerta. La puerta. La puñetera puerta.

- No habrá puerta en adelante. Saldré por la ventana.

- No hay puertas ni ventanas. Afortunadamente soy muy introspectivo.

 

- En mí solo cabe el delirio y los pasos de claqué.

 

- No abras, no fumes,  no salgas, no bajes, no subas, no fumes, no bailes. Joder.

 

- No todo acto reviste las características de la acción y por lo tanto puede resultar inútil el movimiento o la charla desenfrenada. Esto no quiere decir que la no-acción sea preferible, pues la quietud oculta desazones de la que no estará exento el más virtuoso de los yoguis.- Angelita Fernandez es una mujer de edad y estatura medias apenas con amistades, aunque algunos días no puede evitar congregar a las pocas que tiene  e invitarles a un aperitivo o un refrigerio, durante el cual les hacer ver cuanto las echa de menos, y lo angustiosas que se le hacen las tardes de los domingos, teniendo en cuenta que al día siguiente será lunes y al otro martes, etcétera.

 

- El partido estaba planteado de la forma siguiente: si ganamos, nos alegramos e incluso podremos llorar de alegría. Si perdemos, no nos alegraríamos pero también estaríamos facultados para llorar sin especificar las causas por demasiado evidentes.

- Te recojo hacia las nueve de la tarde a la salida de tu casa, sobre la acera. Si como me dijiste más arriba, sales por la ventana, tenme informado: no me gusta faltar a las citas.

- Los escasos instantes en los que el tedio crece y me abruma, suelo pasear por los alrededores de mi casa, esperando que una lluvia de fuego caiga del cielo y me haga regresar apresurada e inútilmente.

- La necesidad aprieta sin atender a razones que pudiesen ser consideradas como lógicas, por eso en mi bolso llevo siempre preparados Kleenex, bolígrafos, papeles, un peine y condones.

 

- Pase lo que pase, ten en cuenta lo siguiente: (espacio a rellenar por el solicitante).

- Si, no obstante, considera que las advertencias previas son insuficientes, haga el favor de contactar conmigo a través de los canales habituales: a, b ó c.

- Gñ, dice usted, ante lo que no me cabe sino estar de acuerdo.

-Termina el verano con un rumor de flautas no exento de caracolas. De qué serviría la educación, me pregunto, si fuera de otra manera.

-Es hora de abandonar el domicilio, ese lugar donde con un poco de suerte fuimos engendrados. Llega el instante de asombrarnos: el Sahara, el Gobi y Atacama no están lejos. Ni el desierto de Mojave tampoco.

 

- Al salir, tenga la amabilidad de cerrar la puerta o la ventana: no me gustan las corrientes.

 

 

 

 

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