lunes, 24 de julio de 2017

BOLTARIZACIONES 17



Solo pensar en él y soy toda fluidos.

El dedo gordo del pie: Venecia al fondo.

Eso no venía a cuento. Y menos a novela.

El pasillo transcurría en diagonal pero no en Barcelona.

Está ahí. Lo percibo, lo veo. Casi lo toco allí.

Japón a la vuelta de la esquina: el cerdo lleva gafas.

La necesidad imperiosa de estradivar los violines.

Pi-po, pi-po. Misterios del electromagnetismo de madrugada.

Llegará el momento en que después: eso es todo.

Levántese el acusado: no se trata de almorranas.

Por qué me pregunto, solo se trataba de una mano.

La coherencia de su discurso, sí. Pero hablábamos de jamones.

El sol entra a raudales por los ventanales ¡aleluya! Aleluya.

El día se levantaba indeciso, demasiadas incógnitas. Pero no llueve.

Su pene erecto sería votado en todas las erecciones legislativas.

Andar consiste en poner un pie delante del otro, pero si eres un cangrejo, al lado.

Siete mil seiscientos millones de personas, pero no tantos orgasmos.

Por cierto, Dios en estos precisos momentos está creando la 7.601.000.000.

Me recojo en una iglesia y oro pero no todo reluce.

El círculo de ateos celebrará una misa sin Teo, que quede claro.

Desayuno café con picatostes. Luis no vino (ni cerveza).

Protocolo, prologo, epílogo, posfacio: los militares de uniforme.

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