Cuando se despertó el
dinosaurio todavía estaba allí en absoluto. (1)
Su ausencia la hacía
demasiado presente.
Todo tiene un principio
dijo al expirar.
El mar, el mar, el mar…
insistía. Pero se trataba de un río.
Todo tiene una causa,
exclamó la consecuencia.
Abrió los ojos (si tal
cosa es posible, naturalmente).
Vive en el subsuelo: se
alimenta de tubérculos. No es una rata.
Su valor es equiparable a
la cobardía que le hizo famoso.
No quiero volver a verte,
pero no me olvides.
Hechos son amores y no
buenas canciones, leones… algo de eso.
Su ingenio le convirtió
de inmediato en ingeniero.
Un día más, dijo al
acostarse .Y al levantarse.
Habrá que tomar medidas,
advirtió el sastre.
Has pasado la
convocatoria. Ahora tendrás que examinarte.
La vida es lo que tiene,
dijo al saltar adónde.
Dios está en todas partes
menos en los quarks y las células eucariotas.
Me gustan las
definiciones indefinidas.
Ocurría así: llegaba y en
efecto.
Los hechos se sucedían. O
no. De eso no estoy seguro.
Su belleza hizo imposible
nuestro amor.
Nació, vivió y murió. Con
eso está todo dicho.
Vete a jugar con los
niños que te inventas, Tomasín.
La calle era sinuosa como
una serpiente sinuosa, si tal es el caso.
La posibilidad era
directamente proporcional a sí misma.
Juega y reflexiona. Y por
lo tanto, no juega o no reflexiona.
(1) Con permiso de
Augusto Monterroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario