-Ramona fue finalmente internada en el psiquiátrico, tras
convencerla el capellán de la institución que de esa manera Jesús estaría más
contento y ella dejaría de desollarse las manos de tanto lavarlas con lejía
pura, que era la principal de sus ocupaciones. Este punto, sin embargo, era en
opinión del padre el menos importante, pues sin ser un experto, creía que el
uso de guantes o mitones serían suficientes. O el atarle las manos a la espalda
en los periodos de asueto. Y en cualquier caso estaba convencido que el
personal sanitario haría con frecuencia la vista gorda y la dejaría proceder
como a ella le gustaba en algunos momentos críticos. “Así, podrás matar dos
pájaros de un tiro, te ganarás un puesto al lado del Señor y tus manos recobrarán
la lozanía de otros tiempos, mi querida Ramona”, apuntilló el que con el tiempo
fue nombrado párroco de la localidad.
-Siendo diestro, cuando Roger iba al baño procedía siempre con la
mano izquierda, con independencia de donde estuviera situado el rollo. Cuando
fue consciente de tal anomalía, consultó a un psiquiatra, cuya interpretación
de los hechos se expone a continuación. Según él, su obstinación en limpiarse el culo
con la mano izquierda indicaba su tendencia a ver el mundo de forma
exclusivamente emocional, y por lo tanto, sus dificultades para hacerlo de una
forma equilibrada y más racional. En función de lo dicho, debía tener cuidado,
porque tal característica a medio plazo podría acarrearle conflictos de cierta
importancia. Para que tal cosa no sucediera sería aconsejable alternar ambas
manos aleatoriamente, o con el criterio que a Roger más le reconfortara: días
alternos o fines de semana a gusto. No debía de ninguna manera quedarse anclado
en la segunda fase de su desarrollo psicosexual, la anal, emparentada con la
neurosis obsesiva y el sadismo, hoy, tan mal visto en ausencia del divino
marqués.
-Maruja Lopetegui Ruiz se ha pasado toda la vida haciendo labores
de costura y encajes de bolillo. Siendo una superdotada capaz de resolver en un
santiamén las más abstrusas conjeturas matemáticas, llegada la pubertad decidió
mandar todo a paseo, quedando su mundo reducido a los estrechos márgenes de su
cuarto de costura, un receptáculo mínimo de apenas seis metros cuadrados, donde
pronto instaló una máquina de coser SINGER a pedales, y un armario lleno hasta
los topes de agujas, ovillos de lana, hilos y otros aditamentos necesarios para
su labor, además de una rueca prácticamente medieval afanada en un mercadillo.
Cuando su hermana mayor, que fue quien la introdujo en este arte, dio a luz a
una camada de trillizos y posteriormente a dos de gemelos, se dedicó con un
furor tártaro a tricotar y hacerles todo tipo de prendas de lana: patucos,
blusas, pantaloncitos, rebecas, etc. Afortunadamente el invierno por aquellos
pagos duraba casi nueve meses y su dedicación fue siempre bien considerada.
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