Se despertó en el preciso momento
de bueno usted ya sabe.
El rencor se alimenta de sí
mismo, se autofagocita y perdura.
El perdón por el contrario se
alimenta del aire. Es anoréxico y así le va.
Les diré algo que les va a
conmover. Son ustedes unos hijos de puta pero les amo.
La puerta se abre fácilmente para
uno u otro lado con total indiferencia, pero siempre presume de estar cerrada.
El juego consistía en unos para
aquí y otros para allá. No hay sin embargo pelota o es dudosa.
La profesora llegaba, nos miraba
y decía pues ustedes sabrán. Pero les juro que no lo sabíamos.
El ventilador gira con una
indiferencia hecha de puro aire, pero nosotros agradecíamos su desamor desde lo
más profundo de nuestros corazones e incluso de nuestra epidermis.
A esas horas de la noche nada
tenía sentido. Solo el amanecer a saber cuándo.
Nuestro amor está hecho de puras
palabras. Nuestro silencio también, valga la paradoja.
Hemos de dar fin a este
desencuentro. Asesíname de una vez por todas, muéstrame al menos tu buena
voluntad.
Éramos tres y charlábamos hasta
el alba. Luego llegaba el sol y se encargaba de nuestros esqueletos, pero no
los contaba.
Están ahí sin pedirme permiso. Me
habitan y desde luego me alimentan los muy hijos de puta. Llámalos dientes.
Cae la lluvia mansamente sin
atender a razones. Sin ni siquiera voluntad de caer. Lluvia estrictamente
lluvia por lo tanto cuando yo esperaba otra cosa.
En algún momento habrá que
terminar, dijo, y sacó la pistola. Luego usted ya se imagina, pero no hubo disparos.
Ese placer del vino desciende por
donde lo hacen todos los alcoholes cuando la herida también lo merece.
Llegaste como siempre y como
ninguna vez supe de un odio hecho de todos los días sin saberlo.
El niño jugaba absolutamente
ajeno a un futuro plagado de muertes ajenas. Ajeno el niño por lo tanto a sí
mismo.
Te espero y te juro que tendrás
lo tuyo, te lo mereces. Solo tus ingles podrán averiguarlo poco más tarde.
Imagina si no se trata de idiomas.
Ya basta, ya basta, gritaba el
desgraciado, pero quería más y nunca tenía suficiente. Su grito era una súplica
y él lo sabía. Y yo también, pero no se lo daba.
Esto mira, coge todo derecho y no
hagas caso a las indicaciones en uno u otro sentido. Tú sigue recto, créeme. El
barranco siempre está al fondo.
En la fotografía casi todo es
redundante plagada como está de desconocidos y por lo tanto a mí qué va usted a
contarme.
Bueno, las cosas no siempre
tienen que terminar de la misma manera. Con un poco de empeño, incluso cada vez
pueden comenzar, si es que tal cosa supone una diferencia, por supuesto.
Pienso en ti esta madrugada en la
que sin duda duermes ajena a mis pensamientos. O quizás me sueñas y soy más
real que tú misma a mi lado, que de eso nada de nada.
Tu cara, tu pelo, tus ojos, tu
mirada. Todo está hecho de ti, pero ya se sabe que yo soy un romántico
incurable y sobre todo un poeta. Vete tú por lo tanto a saber de que hablo
cuando hablo. Puras palabras, metáforas. Tropos. Nunca se sabe.
La desestructuración de los
paramentos supuso para los edificios una quiebra en sus fundamentos más
inalienables, y se vinieron abajo con un estrépito horrísono los conceptos más
elaborados de la filosofía presocrática, con todo lo que ello supuso asimismo
para la civilización occidental. Buda aparte.
Ha llegado el momento. De qué ya
es otra cosa. No en vano, permanezco en el lugar me ha sido asignado por quien
espera de mi algo más que buenas intenciones. Pero el momento ha llegado,
repito, y en esa tesitura quien sabe si me levanto y por fin.
Soy partidario de las
conclusiones sin solución de continuidad. Uno empieza y persiste en su labor
ignorando lo que pueda echársenos encima. Los tigres de Bengala en cualquier
caso no son habituales por estas latitudes, y de otros felinos no se tiene
noticia. Y los gatos son adorables cuando no bufan.
Encantado de conocerle y adiós
muy buenas, fue siempre su tarjeta de presentación. Nunca se despedía, o esa era al menos su opinión.
España es una unidad de destino
en lo universal, teniendo en cuenta que con tal afirmación nos ceñimos al
planeta Tierra, y no consideramos en absoluto otros rincones del sistema solar
ni de nuestra galaxia. Y Andrómeda nos coge un poco a desmano. Y me callaré el
cinturón de Kuiper y la nube de Oort, no sé si está usted informada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario