miércoles, 14 de agosto de 2019

DATOS

A José Antonio Villegas le llaman el Datos. Es un hombre muy cultivado y con dos carreras superiores, y es posible que alguien suponga que se le llama así por ser en resumidas cuentas un hombre con la cabeza llena de información de todo tipo. En resumidas cuentas “con muchos datos”. Pero no se trata de eso para nada. El asunto es bastante más simple, y cualquiera que esté con él más de diez minutos lo podrá corroborar. Le llaman de esa manera porque en cualquier conversación o en un simple intercambio de pareceres, enseguida suelta “perdone que no opine porque me faltan datos”. Creo que esto lo deja suficientemente claro, aunque siempre quede la duda de si dice lo que dice, porque es un hombre honesto y riguroso consigo mismo, al que no le gusta hablar por hablar, o si verdaderamente es un tanto tímido e introvertido, o peca de suficiencia y en el fondo es un pedante. No dando su opinión sobre casi nada: no se compromete con un punto de vista que podría comprometerle. Por ejemplo, por sus maneras, y su atuendo siempre impecable, parece un hombre de orden y por lo tanto posiblemente de derechas, pero algunos gestos y cierto aire rufianesco en ocasiones, podrían desmentirlo y convertirlo en un hombre claramente izquierdista y hasta anti sistema. O incluso con una indudable veta anarquista. Pero no tratan de ser conjeturas de la gente que de ese modo trata de penetrar en el misterio de este hombre singular, que a pesar de vivir en este barrio durante épocas sigue siendo un misterio que los demás quisieran desvelar definitivamente. Un dato cierto de su forma de vida y por tanto de su significado es que de vez en cuando aparece del brazo de una señorita ya talluda que suele venir de afuera a vivir con él por temporadas. Al parecer se trata de una española que vive en Francia ya hace mucho tiempo, sobre la que corren varios rumores, sobre todo uno un tanto inquietante, y es que más allá de su aspecto de cabaretera retirada (está todavía de muy buen ver y con unas curvaturas geodésicas) se la achaca formar parte del hampa de parís o Marsella, y si no exactamente del hampa, sí de algunos grupos radicales que de vez en cuando se han relacionado con los bajos fondos y hasta ciertas acciones terroristas. Esta mujer añade por lo tanto un punto más a la incógnita que supone José Antonio Villegas, y aumenta el misterio del que venimos hablando reiteradamente. Con datos o sin ellos, resulta evidente que es un tipo inquietante que cada vez más muchos tratan de evitar, pues no se sabe que hay detrás de él a pesar de parecer alguien bien integrado en su comunidad. Se pueden hacer las suposiciones que se quieran, pero si uno es honesto, tendrá que acabar confesando, que para ello le faltan datos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario