La vertebración de los
gusanos acomplejó a los caracoles.
Espero que no suceda lo
que sin embargo.
La decantación de los
brioches balcanizó a los cruasanes.
Es posible pero quizás
luego.
Amén objetó el monaguillo
excomulgado.
El atoramiento de las
cañerías cauterizó los desagües.
Amor para siempre nunca.
La piedad del peregrino
urbanizó los senderos.
Siempre estarás ahí salvo
tu ausencia.
Ámame por fin al tiempo
que me ignoras.
La intensidad del meteoro
desveló las azoteas.
La vanidad de los tucanes
estimula a los pinzones.
El darwinismo de pi
incrementó las magnitudes.
Nunca elijas el camino
que ni por esas.
La venganza de los humillados
desató las cirugías.
Llegará por fin un día
cuajado de llegadas.
La urbanización del
sotobosque desterró a las avutardas.
Avanzan las falanges pero
no los dedos.
¿Qué tengo yo que mi
amistad López no curas?
La viscosidad de los
pulpos acompleja a los estólidos.
La indiferencia de los
jueces adereza las sentencias.
La veneración de los
fieles embaraza a las vírgenes.
La decantación de
pareceres estipula a los betunes.
La licitación del
concurso decolora a los batracios.
El gorjeo de los pájaros
desconcierta a los lechones.
La ventosidad de las
féculas desata los huracanes.
La violencia del tsunami
enardece a los surfistas.
Llegó pero no vio ciego
de alcoholes. La victoria fue posible sin embargo por ardides relacionadas con
los cuatro puntos cardinales, los quásares y los agujeros negros.
La música del
Romanticismo adormece a las placentas
La sonrisa del bebé
fomenta los embarazos.
Me levanto y ando. Apenas
sueño.
La lentitud del eremita
lo hiberna.
La rigidez sí, dijo, pero
no el cadáver.
Su piel de lija sin seda
cocodrilo tiburón.
Platón sí, pero ni
venganza ni frío.
El horror sin acento de
las oropendolas.
Ven pues donde por fin
eso.
Las premisas ateas dijo
Aristóteles.
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