UNO
La transistorización de
los paramentos vulcanizó los bolardos.
La desecación del
tegumento urbanizó los cartílagos.
La mesmerización de los
viandantes momificó las avenidas.
El protocolo de los
eventos entusiasmó a los aristócratas.
La hospitalización de los
tullidos obcecó a las bicicletas.
La vertebración de las
propuestas ideologizó a los albañiles.
La pormenorización de
excusas atormentó a los capuchinos.
La manifestación de los
menesterosos ofuscó a las marquesas.
La digitalización de los
informes paralizó a los amanuenses.
La proliferación de
otrosíes alienó a los notarios.
La velocidad de sus
exordios ultrajó a las audiencias.
La proliferación de
mimosas ubicó a las primaveras.
La certeza de los noes
disparó los asertos.
La supresión de catálogos
repobló los cementerios.
DOS
Vengo pero no voy acaso
sí.
Ya después la exposición
eso.
Cierto no es pero
tampoco.
No acá ni allá ni quizás
sí.
Pienso luego existo nunca
jamás.
Valga pues adverbio de
modo
Ni siquiera para eso sí lo
allí.
Sus ojos dos ascuas pero
carbón solo.
Levantad la mirada llueve
acaso.
Corazón henchido de sí
mismo otro.
Lo demás es silencio
acaso voces.
Termina ya es hora de no
sé.
Pienso luego Descartes
dijo.
Vini vidi imposible
vencer jamás.
Mañana será día no otro.
Poco a poco Paco.
Perdona mi enajenación no
transitoria.
Por estas que son luces
bueno eso.
Sabes mi amor el odio
acumulado.
Cállate. Sé por fin el
mudo que habitas.
Se levanta y dice noche.
No hurgues en la herida
no hurgada.
Sé por fin quien sabe
donde.
Uno dos tropecientos
apenas
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