miércoles, 12 de abril de 2017

TRÍPTICO NOCTURNO - DOS



Ha pasado A pero también podría haber pasado B, al menos esa es tu opinión, en cuyo caso también podría decirse que ha pasado B aunque A también hubiera sido posible. O que A y B hubiesen podido pasar al mismo tiempo, como el gato de Schrödinger. No sé si tienes idea de física cuántica pero hoy en día con google no tendrás problemas en enterarte rápidamente. En cualquier caso A o B, por separado o al mismo tiempo, a ti te tienen sin cuidado. Lo tuyo es la acción y no las elucubraciones filosóficas o de cualquier otra índole. Es decir, el mundo está lleno de acontecimientos por encima de los entes y los seres (recuerda a Wittgenstein) y no debes entretenerte en pormenores, al menos esa es mi opinión. Mi opinión sobre la que supongo que sea la tuya quiero decir, y espero que quede suficientemente claro, pues en otro caso comenzarían las complicaciones.
    Vamos juntos o juntas, que no es éste el lugar para hacer consideraciones de género, y estarás conmigo en que es mucho mejor estar de acuerdo en los puntos de partida que hacerlo con disensiones a la larga de difícil resolución. Imagínate que al poco de echarnos a andar empezamos a divergir en nuestros puntos de vista que son algo así como el día y la noche o la luz y la oscuridad, que viene a ser lo mismo: esas dicotomías que tanto nos hacen sufrir. Debemos ser honestos el uno con el otro y con nosotros mismos. Con nuestro interior, ese lugar oculto a las miradas ajenas e incluso con frecuencia a la propia si estamos de acuerdo con Sigmund Freud, el sabio o no tan sabio de Viena. Llegado el caso, si nuestro desacuerdo se hace demasiado evidente,  podríamos cada cual por su cuenta pagarnos un psicoanálisis ortodoxo con la seguridad de que tras interpretar nuestros sueños y actos fallidos, llegaríamos a constituirnos como los seres arcangélicos de los que hablan todos los libros santos y todos los catecismos.

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