martes, 11 de abril de 2017

TRÍPTICO NOCTURNO - UNO



Afuera es de noche. Noche cerrada como la pez. Qué antigua la metáfora. No obstante, si no me crees, ponte en pié, levanta la persiana o descorre las cortinas. O ambas cosas si tu casa es una casa como Dios manda por estas latitudes. Y para ello no creo que se tengan que dar más explicaciones. De todas formas también es posible que al mirar hacia fuera la noche no te parezca tan noche. Noches blancas septentrionales que diría un geógrafo poco aficionado a la poesía. Una noche por lo tanto nada negra en tu opinión, acostumbrado como estás a tu propia oscuridad. Y no me refiero a tu piel, nada de todo eso, sino a la negrura de tu corazón si pudieras verlo. Si pudieras levantar tu blanca piel y asomarte a ese averno colmado de fogatas y volcanes. El fuego eterno del que nos hablaron de críos, qué crueldad, y aún hoy algunos nos aleccionan, está en tu interior. No abras por lo tanto la ventana: el infierno está contigo. En la tranquilidad con que te miras al espejo cada mañana y sonríes satisfecho al afeitarte o lavarte los dientes.  Estás contento contigo mismo, resulta evidente y además eso es algo que a nadie se le puede reprochar, aunque quizás sí hacer algunas matizaciones. Después de todo, la suma de las felicidades individuales haría un mundo más feliz lleno de colgates o licores del polo. Tú ya me entiendes o no me entiendes pues no sé hasta qué nivel llegan tus entendederas y perdóname si aquí soy un tanto sarcástico.
     Por favor, termina de peinarte y lánzate al mundo que más o menos negro te espera al pie de la escalera hayas bajado a pie o en el ascensor, que no soy quien para meterme en la libre utilización de cualquier método de transporte, y las piernas deben ser reconocidas como el más natural y práctico. Y gratis si no llevas prótesis por un ojo de la cara. Quizás subiste finalmente la persiana o hayas descorrido las cortinas o ambas cosas. O incluso a través de ella has saltado hacia la noche y proclamado la llegada de reino. De qué reino ya es otro cantar.

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