La eclosión de los
parámetros endilgó los parasíes.
La vertebración de lo
informe articuló las mesnadas.
El asunto de la trasnoche
estimula a los botijos.
Las gualdrapas del
caballo alivia las durezas.
Las interpelaciones
llegaban, si, pero también lo contrario.
Busca allá donde precises
pero no encuentres buscando.
Su amistad sin abrir la
boca consistía en un fino hilo de bramante.
La atmósfera estaba
compuesta por una parte de oxígeno y dos de no.
La permutación ordenó los
enseres en orden aliciente.
La burocratización de las
esferas originó los baldosínes.
Válgame Dios, dijo, y eso
le descubrió.
Las espátulas ahorman los
andariveles del alma campesina.
La aristocracia adora las
esquinas como su propio nombre indica.
Nunca olvidó sus ojos, ni
los huecos de sus ojos precisamente.
Las esquelas confirmaron
el deceso de los badulaques.
La reorganización del
asunto permutó los pareceres.
La orquesta atacó la
pieza y se contaron por decenas los muertos en el patio de butacas.
Su negatividad dio pie a
la proliferación de los asertos.
La carretera serpenteaba
entre montañas nada venenosas.
El zahorí confirmó la
presencia de la capa freática y tres baldraques.
Guardó silencio tres
minutos y luego abolió a saber qué
Nuestra fraternidad consistía
si acaso en parientes lejanos.
Llovían melones y en su
interior las pepitas jugaban al mus.
La clonación de las camas
originó los baldaquines.
La frustración originó
tempestades donde tu espada rememora.
Llegó por fin el fin,
exclamó finalmente.
Busca tu camino allí
donde se perfila tu lontananza.
El horizonte se desdibuja
en líneas verticales y sindicatos obreros.
Nuestra familia fue lo
que fue y no fue en absoluto.
Mi reino por un caballo
de carreras, exclamo el jockey llamado Ricardo.
Platón vivía en el ágora
y odiaba las cuevas, el sol y las ideas.
Aristóteles era, sin
embargo, era otra cosa y no jugaba al fútbol en absoluto.
Sócrates sí, pero no en
el Curitiba sino en el Santos.
Llueve una fina lluvia de
plomo que alea los estaños.
La informatización de los
legajos originó el papel de estraza.
Cerró la puerta en vano y
se desvaneció.
La voluptuosidad de sus
formas nos hizo pagar a escote.
La posibilidad de los
días azules subyuga a Dinamarca.
Nunca digas nunca. Y
punto jamás.
Los belfos de los
corceles enardecen a los arneses.
La soledad del páramo
seduce a los cuervos y los psicópatas.
Los golletes de las
botellas añoran el gallinero. Usted sabrá.
Hete aquí, por fin,
exclamó en el justo momento de ausentarse.
Vilga, valga y lo que
usted quiera. Pero no eso.
Los ferrocarriles de vía
estrecha son homosexuales se pongan como se pongan.
Se levantó y dijo lo
primero que se le vino a la mientes. Mintió.
En el gimnasio tenia
relaciones sexuales con todos los aparatos excepto con el propio.
Su heroicidad le hizo
buscar enemigos de la patria en los colegios de monjas.
El agua, el mar, los
ríos, los lagos, las piscinas, las albercas, los lavabos. Y por fin, tú.
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