3.- Vivo solo y duermo solo, y cuando me despierto
agitado e inquieto, cosa que me sucede con relativa frecuencia, trato enseguida
de quitarme de encima ese desasosiego y me entretengo con lo primero que tenga
a mano. En primer lugar mi propio cuerpo, que como cada cual el suyo, arrastro
conmigo de aquí para allá todo el puto día y toda la puta noche, por
cierto. Ahí te quedas que luego te recojo, le digo, pero no hay manera, y mis
piernas, mi cabeza y desde luego mi culo, me siguen a todas partes, como
hicieron en otro sentido los eficientes espías rusos durante la guerra fría. Así que si nos andamos
con esas, os vais a enterar, porque de noche os encuentro más inermes, casi
inertes, y entonces va a ser la mía, les advierto. Os voy a ver uno a uno
meticulosamente, en detalle. Os voy a auscultar, qué cojones, y lo vais a tener
más crudo, creedme. Y lo que no me guste de vosotros va a tener algunos
problemas. Dos hostias o un palo se llevan seguro, porque en esos momentos mi
cuerpo no me parece mío y ni siente ni padece. Otra cosa será el despertar,
pero mientras tanto me tomo la revancha, y cuando acabe me voy a sentir muy
satisfecho y relajado. Y si no, una pajita y listo.
4- Vivo
solo y duermo solo, y cuando algunas noches me despierto, enseguida me siento
en la cama apoyado en los almohadones y me digo “¡anda, coño, me parece que se
me está olvidando respirar!” Exactamente eso. No se trata de apnea del sueño,
ni de una agitación intempestiva después de un sueño inquietante. No. Puedo sentirme
totalmente relajado y respirar a pleno pulmón. Uno, dos, arriba, abajo
suavemente: el famoso pranayama budista perfectamente ejecutado. Pero
poco después, algo en mi mente se impone, y empiezo a tratar de controlarlo. Es
algo mecánico que no sé por qué medios hace que empiece a sentir la respiración
entrecortada, como si se tratara de un motor a punto de griparse. Digo ¡hosties
(soy de Girona) que palmo!, porque respirar lo que se dice respirar es algo
básico en todos los seres vivos, anden, vuelen o naden. Y yo lo soy mientras no
se demuestre lo contrario (que es lo que precisamente empiezo a temer en esos
momentos). Intento relajarme y hacer como si no pasara nada. La
respiración respira por si sola, trato e convencerme, pero no hago más que
controlarla y cada vez tengo mayor dificultad para llevar aire a mis pulmones.
O para sacarlo. Creo que si me da tiempo voy a visitar a mi vecino. Quien sabe
si él tiene la solución ¡Socorro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario