viernes, 18 de mayo de 2018

VIVO SOLO dos


3.- Vivo solo y duermo solo, y cuando me despierto agitado e inquieto, cosa que me sucede con relativa frecuencia, trato enseguida de quitarme de encima ese desasosiego y me entretengo con lo primero que tenga a mano. En primer lugar mi propio cuerpo, que como cada cual el suyo, arrastro conmigo de aquí para allá todo el puto día y toda la puta noche, por cierto. Ahí te quedas que luego te recojo, le digo, pero no hay manera, y mis piernas, mi cabeza y desde luego mi culo, me siguen a todas partes, como hicieron en otro sentido los eficientes espías rusos  durante la guerra fría. Así que si nos andamos con esas, os vais a enterar, porque de noche os encuentro más inermes, casi inertes, y entonces va a ser la mía, les advierto. Os voy a ver uno a uno meticulosamente, en detalle. Os voy a auscultar, qué cojones, y lo vais a tener más crudo, creedme. Y lo que no me guste de vosotros va a tener algunos problemas. Dos hostias o un palo se llevan seguro, porque en esos momentos mi cuerpo no me parece mío y ni siente ni padece. Otra cosa será el despertar, pero mientras tanto me tomo la revancha, y cuando acabe me voy a sentir muy satisfecho y relajado. Y si no, una pajita y listo.



4-  Vivo solo y duermo solo, y cuando algunas noches me despierto, enseguida me siento en la cama apoyado en los almohadones y me digo “¡anda, coño, me parece que se me está olvidando respirar!” Exactamente eso. No se trata de apnea del sueño, ni de una agitación intempestiva después de un sueño inquietante. No. Puedo sentirme totalmente relajado y respirar a pleno pulmón. Uno, dos, arriba, abajo suavemente: el famoso pranayama budista perfectamente ejecutado. Pero poco después, algo en mi mente se impone, y empiezo a tratar de controlarlo. Es algo mecánico que no sé por qué medios hace que empiece a sentir la respiración entrecortada, como si se tratara de un motor a punto de griparse. Digo ¡hosties (soy de Girona) que palmo!, porque respirar lo que se dice respirar es algo básico en todos los seres vivos, anden, vuelen o naden. Y yo lo soy mientras no se demuestre lo contrario (que es lo que precisamente empiezo a temer en esos momentos). Intento relajarme y hacer como si no pasara nada. La respiración respira por si sola, trato e convencerme, pero no hago más que controlarla y cada vez tengo mayor dificultad para llevar aire a mis pulmones. O para sacarlo. Creo que si me da tiempo voy a visitar a mi vecino. Quien sabe si él tiene la solución ¡Socorro!

No hay comentarios:

Publicar un comentario