martes, 9 de enero de 2018

IMPROMPTUS 2



La formación del espíritu nacional requiere un profesorado de cierto nivel. Y las ayudas a la enseñanza de tan digna materia deben ser de calidad superior, entre las que no debe descartarse, no obstante, la regla y el cartabón. Y desde luego, el látigo de siete colas.


La pulcritud de su atuendo saltaba a la vista, pues por difícil que resulte de entender, llegaba a resultar chocante y hacía imprescindible la lejía y los productos abrasivos durante el proceso de limpieza. Y me quedo corto, eso que conste. Aunque quede descartado por razones obvias, como todos comprenderán, el ácido sulfúrico.


Deje usted de frotarse las manos, caballero. Se va a acabar provocando, aunque lo ignore, llagas que seguro que en estos momentos le parecerán poco probables, dado que suele creerse que el resultado de la fricción nunca puede provocar tal tipo de heridas. Craso error, sin embargo, sobre todo en personas tan originales como usted, Hermeniginio.


Le cuesta enormemente levantarse de la cama, pues dice que en esos precisos momentos tiene la impresión de que la masa de su cuerpo y su densidad son muy superiores a las habituales poco después,  cuando se traslada a la oficina donde trabaja con la gracilidad de una gacela.


Los vecinos son siempre la disculpa que pone cuando alguien la echa en cara su falta de compañerismo y consideración del prójimo. Al parecer, en su opinión, son ellos los que le han provocado tan innobles características, subiendo y bajando las persianas a las tres de la madrugada, un día sí y otro también.


El cielo no ha podido ser demostrado mediante formulaciones matemáticas, y mucho menos por inducciones geométricas planas o esféricas. Y sobre las declaraciones en sentido contrario de Olegario Martínez, que dice haber pasado allí sus vacaciones de verano, les diré que simplemente se trata de Benidorm. Y como comprenderán, no es el caso.


Puestos a decir algo verdadero respecto a Laura, vista de cuerpo entero (y en mi caso, de pié), es que no tiene culo. Puede parecer raro, pero el hecho de que sea extraordinariamente comunicativa y muy simpática, la delata. Se trata de una forma muy sutil de desviar la atención de tan oprobiosa carencia.


Llegó el tipo de Correos, es decir el cartero, y me miró fijamente a los ojos durante unos
segundos. Fue solo un instante, pero me hizo sospechar que tenía una carta para mí. Y si no una carta, algún tipo de información que más bien pronto que tarde, me acabaría comunicando. Al irse, sin embargo, vi que en realidad se trataba de un bombero, lo que me inquietó sobremanera y me puso en guardia ante un incendio inminente. El lugar donde pudiera ocurrir ya era otra cosa y me dio vergüenza preguntárselo. Se trataba de mi casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario