Soy un ser contingente y por tanto, no necesario.
Podéis, por lo tanto, confiar en mí y darme vuestros votos. Mi expectativa de
vida de acuerdo con los más afamados especialistas, no sobrepasa la duración de dos legislaturas de cuatro
años, por lo que al final de los mismos, el puesto de presidente quedará
vacante con todas las garantías de dejar el cargo sin ofrecer resistencia. En
resumidas cuentas, insisto, y hablo por vuestro bien y el de esta gran nación:
votadme, soy un auténtico chollo. Y si lo mío va más rápido de lo previsto,
mejor que mejor, otras votaciones a la vuelta de la esquina.
La democracia que os propongo es de primera
calidad, y dentro de ella, la óptima. Mi deseo y expectativas para esta gran
nación, ha sido siempre la de maximizar el beneficio incrementando anualmente
el PIB. Luego nuestros expertos, sin duda los de mayor prestigio y eficacia,
formados en Harvard y la universidad Carlos III, se encargarán de que la
riqueza creada vaya a las manos adecuadas y de esa manera comenzar un nuevo
ciclo. No es necesario recordaros que la distribución de gomina para nuestros
socios y simpatizantes será gratis.
Esta es una nación antigua forjada a lo largo de
la historia a través de innumerables vicisitudes de las que siempre acabó saliendo
victoriosa. No hagáis caso de los que ahora vienen queriendo conquistar
vuestras mentes y corazones con cantos de sirena como la igualdad total y la
justa distribución de la riqueza. No os dejéis llamar a engaño, son añagazas
que emplean para que nuestra patria (ellos la llaman país) acabe siendo una
dictadura que inundará nuestra tierra de gulags y cooperativas agrícolas.
Ha llegado el momento de la verdad, y ellos lo
saben. Vosotros estáis hoy aquí porque os habéis dado cuenta del engaño. Nos
llaman antisistemas, pero lo que no dicen es lo que ese sistema representa para
ellos, la certeza de vivir a expensas del pueblo, de vosotros, que con vuestro
trabajo sois los auténticos creadores de la riqueza. Esa riqueza de la que se
aprovechan aludiendo a conceptos como el himno, la bandera y la patria, cuando
lo que a lo que en el fondo se refieren, es a sus propiedades y cuentas
corrientes. ¡Amigos, ha llegado el tiempo de los oprimidos! ¡Votadme a mí y
nuestro partido os sacará de esta gran estafa! ¡Habrá una dieta asegurada de
supervivencia en cualquier circunstancia. y el salario mínimo no bajará de los
mil euros!
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