jueves, 23 de mayo de 2019

EN EL GIMNASIO


En el gimnasio
los cuerpos se disuelven
y añoran lo que fueron.
Almas ahora agitadas
en un frenesí  anquilosante.

Turbios vaivenes, inútiles
hallazgos.  Sudor espeso
que sube y se dispersa
vanas virtudes de la carne.

Nunca llegarás a nada
por mucho que lo intentes
en ese subterráneo mortuorio
en el que sin saberlo
quieres resucitar como
quién fue capaz en Galilea
de andar sobre las aguas.

No  cejarás, lo sé,
deseoso  de otro yo
que  no es el tuyo
pero  anhelas.
Deshazte si es que puedes
de ese fetiche y vuela lejos
Donde los linimentos no existen.

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