lunes, 14 de marzo de 2016

HORACIO TRES



ENTREVISTA CON EL DOCTOR HORACIO ENTREBARRIOS  PDOWSKY
TRES

DOCTOR PDOWSKY, AYER INTENTÁBAMOS HABLAR DE USTED COMO UN CONOCIDO ESCRITOR CUYOS LIBROS SE HAN VENDIDO EN TODO EL MUNDO, PERO YA PUDE PERCIBIR QUE NO QUIERE CONSIDERARSE ASÍ, COMO SI PARA SERLO TUVIERA QUE HABER GANADO EL PREMIO NOBEL O ALGO PARECIDO…

Mi querido Antonio, se empeña usted en considerarme como alguien que verdaderamente no soy. Más que un escritor, como ya creo que he dejado claro en muchas ocasiones, soy un escribidor, un tipo que tiene cosas que contar y las pone por escrito, pero que para nada considera la manera de hacerlo más allá de que resulten inteligibles. No he cuidado el lenguaje ni el ritmo, ni siquiera he estado demasiado atento a la sintaxis. No he querido decir nada que no sea lo que el lector pueda entender de buenas a primeras. No hay segundos sentidos, ni mensajes ocultos o crípticos. Ni siquiera la posibilidad de segundas lecturas que tanto aprecian los críticos, los lingüistas o los filólogos.  No soy, y en esto hago alusión a conceptos aprendidos en el bachillerato de mi tiempo, ni conceptista ni barroco. El estilo, si debo decir toda la verdad, siempre me ha tenido sin cuidado. En todo caso, podría afirmar que utilizo unas formas que no difieren demasiado de las que puedan emplear dos amigos en la barra de un bar, o dos vecinas cuando se tienen algo que contar al encontrarse al volver de la compra. Un lenguaje de “ahí va eso”. Espero así resulte suficientemente claro.

DESDE LUEGO QUE SÍ, PERO RECUERDO HABER LEIDO CIERTAS CRÍTICAS DE ALGUNO DE SUS LIBROS, EN LOS QUE SE LE HA TACHADO COMO UN AUTOR REALISTA, Y EN ESE SENTIDO EQUIPARABLE DE ALGUN MANERA A LO QUE, CADA CUAL EN SU ÉPOCA, PUDIERON SER AZORÍN O DELIBES…

Cada crítico puede decir lo que se le antoje, que para eso se les paga, y ante mis libros tengo el convencimiento que quien tuvo que leerme por mandato del medio que se lo encargó, se esforzó de alguna manera para encajarme en algún lugar de la literatura reconocida oficialmente como tal. Pobres de los que tuvieron que hacer tal esfuerzo para cobrar a fin de mes. Quizá sea este el momento adecuado para afirmar que yo verdaderamente he leído muy poco, aparte de los mencionados días atrás. Y Julio Verne, por cierto. Lo hice en la adolescencia como una forma de evadirme del ambiente familiar, que ahora que ya nadie podrá reprochármelo, era por cierto bastante atosigante, en un cuarto piso diminuto en una callejuela del Madrid de los Austrias, de la que ya ni siquiera recuerdo el nombre. Éramos diez hermanos y más que una casa como Dios manda, uno tenía la impresión de estar en un hormiguero. Y respecto a lo que me dice de ser considerado como un autor realista, creo que se trata de un craso error. Es posible que en mis libros me ciña exclusivamente a lo que pasa, pero nunca perdí demasiado tiempo en describir en detalle qué, el cómo o el cuando. A mí esos autores que ha mencionado, con todo el respeto que me merecen, me parecen pesadísimos. Uno describiendo con todo tipo de detalles el asiento de madera de un tren de principios de siglo, y el otro haciendo lo mismo con el plumaje de una avutarda. Inaguantables.

DOCTOR, VEO QUE ES PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLE QUE USTED TOME EN SERIO SU LITERATURA, CUANDO RESULTA EVIDENTE QUE HA SIDO Y SIGUE SIENDO UN AUTOR DESTACADO CUYO ÉXITO DE VENTAS CASI NO TIENE PARANGÓN EN NUESTROS PAÍS…

Tiene razón Antonio. Yo quiero ser considerado como un autor popular a quien sus lectores leen en el Metro o en cualquier momento en los que la vida se les hace demasiado pesada o aburrida. No me importa que se me compare a Marcial Lafuente Estefanía…o a Corín Tellado, si nos olvidamos del sexo en este último caso, claro está.

HORACIO, Y PERMÍTAME QUE SOLO LE LLAME POR SU NOMBRE A ESTAS ALTURAS DE LA ENTREVISTA, HAY ALGO EN TODO ESTO QUE DICE QUE NO ENCAJA EN ABSOLUTO CON ALGUNAS DE SUS OBRAS, EN LAS QUE CON FRECUENCIA HACE ALUSIÓN A DETERMINADOS AUTORES DE RENOMBRE E INCLUSO A FILÓSOFOS TENIDOS POR EXTRAORDINARIAMENTE COMPLEJOS…

Es cierto, y eso es algo que me brinda usted hoy la oportunidad de aclarar por lo que tendré que estarle en adelante profundamente agradecido. Mire Antonio, yo siempre he sido lo que se dice un “lector de solapas”, alguien capaz (y eso quizás sea un mérito…) de coger cuatro conceptos y hacer con ellos un sofrito que puede quedar muy bien, aunque ni yo mismo los haya entendido. En cuanto a los filósofos en otro momento tendré ocasión de aclarárselo. Es bastante divertido. Ahora empiezan a dolerme los juanetes y preferiría tomarme algo y descansar un rato.

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