jueves, 14 de octubre de 2021

BANDERAS

 Recuerdo todavía

tus palabras,

y tu incapacidad

para los silogismos

y las matemáticas.

Tu amor, sin embargo,

A las banderas.


Vano Aristóteles

hacedor de poesía

y jeroglíficos.

Hombre inútil

con la inutilidad

de los aspavientos

y las epopeyas

terminadas en drama.


Abrazaste sin embargo

el duro metal

de las bayonetas.

Fuiste un héroe

Y hoy te saludan

Los ignorantes y

los lobotomizados.

Y los imberbes

Y los ancianos.

Y los que creen que aparentar

Es más importante

Que ser uno mismo.


Fuiste un héroe

qué duda cabe

Y en el camposanto

los que abatiste

aún recuerdan

tu andar altivo y

tu mirada

fiera.


Lo que no saben

o quizás callan,

gran maricón,

es que en privado

ponías el culo

como bandera.

ENREDADERAS

Tú nunca lo sabrás.

Pasó ya el tiempo

de los abrazos y

de las despedidas.


Nacerá la tierra una vez más

como todos los días

y las criaturas como tú

para mi dolor

de nuevo morirán.


Roto, sin embargo

el corazón que te amó

perdurará y

su desesperación crecerá

como crecen las rosas

y las enredaderas trepan.


Amar desesperada

inútilmente.

Amar sin redención

Condenado estoy a amar sin objetivo

desde que tú no estás.


Vagar quién sabe adonde,

perderme irremediablemente.

castigado sin piedra

como un Sísifo maldito.

Solo su corazón y el tuyo

arrojados al abismo

una vez más.


Desprenderme de ti

poder un día olvidarte

después de haberte amado.

Saber definitivamente

que amar es un castigo

y siempre lo será

porque tú ya no estás

porque tú ya no estás.


Saber sin embargo

Que solo he vivido

al conocerte.

Morir ya no importa

sabiendo que me esperas

y yo te sigo amando.

LA NORIA

 

Noria 

que en tus leves barcas 

con hilos de plata 

vértigos suspendes; 

que enciendes suspiros

con el blanco viento 

que tus alas tejen, 

cuéntame tu vida…


Dime de esas noches 

tibias y serenas

que tus velas sueñan; 

de esas cadencias

que los aires traen 

y que luego llevan. 


y cuantas canciones, 

y cuantos amores 

batieron sus palmas

en tu curva lanza

quisiera saber.

y cuantas estrellas

En el firmamento.


Cuenta, cuenta…

y no desanimes,

y aprieta los dientes

de tus engranajes

contra las encías

de las barquichuelas

que giran y giran…


Y sigue girando

deshaz con tu espuela

de vivos colores

cien mil fantasías,

y crea un millón

Y sigue girando


Carlos Diez del Corral y García

1965